—¿Sabes dónde están los zapatos de Bethany? —pregunto a mi esposo. —los he buscado todo el día. Ayer los traía puesto.
—Los dejó en el baño. —frunzo el ceño.
—¿Por qué están en el baño?
—La bañé antes de que se fuera a dormir. Llegaste tarde anoche, amor.
Es cierto. Me quedé hasta tarde en la oficina, y él se encargó de las niñas.
Voy al baño y encuentro los pequeños zapatos de mi hija. Son una edición limitada de Gucci.
—Bethany está lista. ¿Tienes a Isadora? —cada uno viste a las niñas para que podamos hacerlo nosotros, mientras ellas juegan.
Son mellizas, fue una sorpresa enterarme de ello. Acepté el hecho de que Dios me bendijo por el bebé que perdí hace unos años. Mis lindas niñas sabrán que tuvieron un hermanito y las llevaré a su tumba cuando tengan la edad adecuada. En
