Mientras yo invocaba el poder del inframundo mi cuarto se fue llenando de una tenue luz gracias a las llamas rodeaban mi cama pero no se sentía calor. Serafina- comienza a pujar pero no dejes de invocar el poder del inframundo- asentí comencé a pujar y me concentre en ambas cosas las llamas fueron creciendo. Serafina- sigue ya puedo ver su cabecita- seguí pujando con más fuerza hazte que escuche el llanto de mi bebé - es un niño- por un momento me sentí aliviada pero otra patada en mi vientre me hizo saber que esto aún no terminaba así que seguí pujando e invocando hasta que escuché otro llanto. Serafina- es una niña son mellizos- dejamos de invocar y mi habitación volvió a la normalidad, la puerta de mi habitación se abrió bruscamente dejándonos ver a mis padres y a Gael de 6 meses.