Luego de haber hecho las presentaciones, tomamos asiento en la larga mesa. King ha mantenido una actitud serena y al mismo tiempo despreocupada. Su mano descansa en mi muslo, intentando transmitirme tranquilidad. Papá no nos quita los ojos de encima y mi madre solo intenta parecer despreocupada, pero sus ojos no mienten. —Daniela, ¿los mellizos? —Inquiero cuando me doy cuenta de que ellos son los únicos que no han venido a saludarme. Ella deja su copa de agua a un lado. —Los padres de Kolton insistieron en quedarse con ellos. —A su lado, está el mencionado que ya se ve totalmente recuperado, asiente. —Traerlos a este tipo de actividades no es divertido para ellos, y mis padres están felices de tenerlos unos días. Que Daniela los dejara debió ser un paso muy grande para ella, ya que no