POV. BLUE.
El taxi avanza entre el tráfico denso de la ciudad, y cada vibración del teléfono en mi bolso es un recordatorio insoportable de lo que acabo de dejar atrás. Ignoro los mensajes, ignoro la presión en mi pecho que amenaza con asfixiarme. André ha demostrado que es como los demás. Y yo fui lo suficientemente ingenua para creer que esta vez sería diferente.
Cuando finalmente llego a la editorial, Miranda ya está esperándome en su oficina, con los brazos cruzados y una sonrisa divertida que muere para ser reemplazada por una expresión que mezcla preocupación con curiosidad al ver mi cara.
—¿Qué pasó? ¿Le encantó la sorpresa? —pregunta, sin rodeos.
No quiero hablar de esto, pero la forma en que sus ojos oscuros me analizan me dice que no voy a poder esquivar la conversación. Así
