Mientras Ian se ducha, saco la tarjeta nueva del monedero. Uno de los recados que tenía pensado era hacer tarjetas a mi nombre de su cuenta bancaria. Encima de ella veo mi nombre troquelado: Emma Garret. No le puse muchos impedimentos porque no pienso usarla a no ser que sea para una emergencia. Vuelvo a guardarla para dejar de verla. Adaptarse a la vida de un hombre como Ian puede llegar a ser duro y agotador. Toco con la yema de los dedos el sobre con mi nombre escrito ¿Qué contará ¿De quién será? Y sobretodo ¿Quién la ha dejado en mi coche? - ¿Quieres ducharte? - pregunta Ian entrando en el salón con una toalla que le queda demasiado pequeña y demasiado bien. Lo miro de arriba a abajo ¿Cómo es posible que tenga ese cuerpo si no va al gimnasio? - Te vas a resfriar - suelto como si