Sus manos rodean mi cadera. Sus dedos buscan con desesperación. Desciende hasta llegar al borde de mi vestido mientras deja un camino de besos por mi pecho. Pega sus manos a mis muslos. Cierro los ojos para sentirlo, para disfrutarlo. Levanto los brazos sobre mi cabeza y un gemido se escapa de entre mis labios sin que pueda hacer nada por contenerlo. Levanta la falda del vestido por encima de mi cadera y con violencia me da la vuelta, pegando mi cara contra la pared. No presto atención a nada más, solo al mar de sensaciones que me inunda cada vez que Ian me hace el amor. Cuando termina, continúo pegada a la pared hasta que mi respiración se calma y me siento con fuerzas de caminar hasta la cama. Él se está poniendo la ropa ¿Por qué tanta prisa? - ¿Por qué no te tumbas conmigo un rato