Josh Volví a casa dejando mis cosas en la sala y fui a la habitación encontrando a Elio sentado al borde de la ventana sollozando mientras fumaba un cigarrillo, me dolía imaginar que quizás estaba triste porque me fui igual que ayer, así que corrí hasta él llamando su atención, susurró estupefacto mi nombre y lo besé bajándolo de la ventana, pegándolo contra la pared y a la vez pegando mi cuerpo al suyo queriendo hacerme uno con él. —Je t’aime, Elio, Je t’aime —pronuncié con todo mi amor sobre sus labios. —J-Josh… creí que… —¿Qué me había ido otra vez y quizás para siempre? —asintió apesadumbrado, mas negué dándole otro beso en lo que limpiaba sus lágrimas con mis pulgares—. Te dije que salí a caminar y volvería después de mediodía. —¿Dónde estabas? —Caminé, comí algo, pasó algo y de

