El no aguanta más, cierra la puerta con el pie y la empotra contra la pared, besa mi cuello desesperadamente, mientras que sus grandes manos recubrían sus senos, el placer entre los dos va creciendo, y la mujer le frota la erección con las caderas, el hombre gruñe de placer, - Tenemos que deshacernos de esta ropa - dice el hombre con voz gruesa y llena de deseo - ¿ah sí?, ¿de la tuya?, ¿de la mía?, ¿de qué ropa estás hablando? – Shaira pregunto, haciendo un juego sucio con la mente del hombre La mujer se hecha a reír, pero para de golpe cuando su hombre de hierro vuelve a besarla y empieza a tocarla con loca pasión, mete su mano por dentro de una costura, hasta que sus dedos encuentran su clítoris, y empieza a acariciarlo haciendo circulo La mujer gime, y le

