Cuando llamo a Allie para contarle todo se presenta en casa a los minutos con un bote de helado de vainilla y chocolate. Hemos puesto Harry Potter en la televisión y tenemos una manta que nos cubre las piernas. —Si tuviera una varita mágica crearía un hechizo para desaparecer a la población masculina. —Menos a Tyler —añado. Allie se ríe y menea la cabeza. —Menos a Tyler —dice. —Qué bien que estéis así —me meto helado a cucharadas en la boca—. Alguien tiene que estar bien. Allie me pasa el brazo por los hombros y me estruja contra ella. —Venga, deja de pensar en Dustin y en todas las estupideces que suelta por la boca. ¿Porqué no invitas a Evan mañana? Si no quieres cancelar la noche puedes invitarlo. Ya habíamos hecho planes los cuatro y ahora somos tres. Creo que Allie se mer