Si me despierto es porque escucho mucho jaleo en la planta de arriba. El hueco de Dustin a mi lado está vacío y ya frío. Me desperezo y me froto los ojos para espabilarme un poco. Por la sábanas que pusimos anoche como techo de nuestro fuerte, no veo el reloj ni la hora, pero el teléfono de Dustin está tirado en el colchón a mi lado. No es la hora lo primero en lo que me fijo porque hay un mensaje de Cassandra en plena pantalla. Tengo clase antes, pero podemos salir después de la Universidad. ¿Qué? ¿No era que la odiaba? Tiro el móvil al colchón cuando escucho pasos bajar por las escaleras. ¿Qué hora es?
Dustin asoma la cabeza por nuestro fuerte y sonríe. Lleva la ropa de dormir y el pelo bien peinado.
—Buenos días.
Sonrío, pero en el fondo no lo hago muy enserio. ¿Qué trama? ¿Ya sabe q
