A las diez y media Dustin se levanta y se da un golpe en el reloj de la muñeca señalando la salida. Nos despedimos de todos y felicitamos el año con anticipación. Julie intenta colarse en el asiento del copiloto cuando Dustin abre la puerta, pero él chasquea la lengua y señala la parte de atrás del coche. —Gracias —susurro. Dustin me sonríe y se apresura a rodear el coche. El trayecto es de media hora y al entrar en el campus hay un atasco de coches aparcados a los dos lados de la calle de las fraternidades. No hay huecos para aparcar en ninguna parte y Dustin casi atropella varias veces a unas chicas que cruzan sin mirar y haciéndose fotos. La fraternidad se ve imponente cuando Dustin frena delante y nos mira a las dos. —Voy a buscar un sitio para aparcar, ¿queréis esperarme aquí? Jul