La pelirroja respira agitada sobre la cama, mientras yo quito el preservativo y le hago un nudo. Ella me mira con picardía, mordiendo su labio, lo que es muy llamativo, pues es muy sensual y con destrezas que no cualquiera tiene en la cama. —¿Tienes sed? —me pregunta y la miro con el ceño fruncido —. Deberíamos tomar algo, para recuperar fuerzas y poder continuar —dice con voz ronca y suelto un gruñido bajo. —Eso me gusta —contesto y extiendo mi mano, para que se levante de la cama. —¿Hay alguien más en la casa? —pregunta y niego, pues Jannet no se encuentra en casa, ya que un fin de semana al mes, va a visitar a su familia —. Entonces bajemos desnudos —sugiere y me agrada mucho la propuesta. Esta chica deja ver que simplemente está interesada en tener sexo toda la noche, cosa que me