Oscuridad

1523 Palabras

Media hora más tarde sonó el teléfono. Bianca miró el número antes de agarrarlo. —Es Stefano. —No quiero hablar con él. —Tranquila, no te lo pasaré —atendió la llamada—. ¡Hola, Stefano! —¿Qué ocurre con Minerva? —No, no pasa nada. Es solo que hemos tomado una copa y no le ha sentado muy bien —mintió—. No he querido que se fuera así a casa, no sabía a qué hora llegarías tú. —¡Esta Minerva! ¿Por qué bebe si sabe que no lo aguanta? No es la primera vez que le pasa —suspiró—. Bueno, tomaré un taxi e iré a buscarla. —No, no vengas —se apresuró a contestar—. Está bien, déjala dormir aquí. —Bianca, no me asustes. ¿Tan mal está que no puede venirse a casa? —No... solo ha vomitado un poco, pero se ha acostado y se ha quedado dormida. ¿Para qué despertarla? Es mejor que se quede aquí, y no

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR