Jonás golpeó la mesa y todas las piezas del tablero de ajedrez cayeron al suelo, ni siquiera le gustaba ese estúpido juego, lo practicaba porque era la manía de su madre y porque Silvana tenía una partida a medio terminar contra sí misma en la mesa de la sala.
Silvana llegó y se quitó los guantes – sabíamos que habría complicaciones – se sentó en el sillón y buscó una bandeja para comenzar a quitarse las peinetas.
– Gideon es más que una complicación.
– Tú lo dijiste, su interés en Evelyn es real y esto lo demuestra, está dispuesto a irse al norte a proteger la muralla para casarse con ella – se enterró un prendedor por no tener cuidado.
Jonás se sentó en el otro sillón y sintió una punzada, sin querer se sentó sobre un caballo y miró la pieza con cierta gracia – será un problema, estu
