La mirada del duque es pesada, sumada a la sensación producida por el tigre siento que voy a ser devorado.
Las personas observan, ya no es solo el duque quien me está mirando, el príncipe también, sí me reconoce estaré en problemas – después de que coma, necesito regresar a mi hogar, no me gusta estar lejos de casa.
El duque asiente y da la vuelta, puedo sentir la mirada agresiva del príncipe y su postura de brazos cruzados, el rastro de odio es minúsculo, no es suficiente para controlarlo.
Tengo que apretar los parpados para no ver al tigre y es extremadamente difícil ignorar algo tan grade, lo otro que me preocupa son mis ojos en el techo desde dónde puedo ver que el príncipe abandonó el estadio para seguirnos junto con dos de sus caballeros uniformados.
“Pertenecen a la guardia impe
