El viento soplaba con fuerza y el cielo se mantuvo nublado, en esa década marcada por la lluvia, la tormenta y las nevadas, no había un sol brillante y la moda había evolucionado a una colección de vestidos de mangas largas y cuellos cerrados, y el elemento imperdible, un broche. En Nelsira una mujer no podía salir de casa sin un broche en el centro del escote y este debía llevar la piedra que correspondía a su casa. Flora Patel bajó del carruaje luciendo un hermoso broche con un diamante, observó el clima y miró hacia atrás para golpear la pierna de Berenice con su abanico – llegamos. La futura santa de Nelsira respiró profundamente, se limpió la saliva que escurría por su boca y bajó los escalones – lo siento mucho, tía. Flora Patel ignoró lo atolondrada que era su ahijada y siguió ca

