El palacio de las flores sorpresivamente estaba sellado, ningún visitante, sin importar que se tratara del mismo dios Celestial, Primavera u Otoño podía entrar y viviendo de manera clandestina como un pequeño secreto, estaba Verano, mirando una araña y pensando con gran seriedad. – ¡Te aplastaré! – ¡Verano! – lo llamó Delira y el elemental con forma de araña escapó de su visión. – ¡Mierda! – exclamó Verano. Delira cruzó los brazos – Verano, ¿qué estás haciendo? – No lo estoy haciendo, intentaba hacerlo – señaló la gran diferencia – quería matar a una araña. Con tan solo ocho años Verano pasaba gran parte de su día persiguiendo elementales con forma de insectos para aplastarlos y observar cómo su energía se transformaba y desaparecía. Delira suspiró – hijo, dime, ¿qué te hizo la arañ

