Odio tenía las manos apretadas en puños. Epidemia miró a la gran serpiente y tardó en reconocerla, fue muchos años atrás, cuando eran jóvenes y Odio describió las escamas de aquella criatura con gran admiración, enfatizando que su serpiente era más hermosa que todos sus hermanos y al descubrirlo sonrió – ¿era tu amiga? – gimió. – Te mataré – susurró Odio y las flamas se intensificaron. Los truenos cubrieron el cielo. Violencia subió la mirada recordando la flecha que se clavó en su hombro décadas atrás durante la noche de los demonios y dejó atrás a William. – Te mataré – repitió Odio y se lanzó sobre Epidemia. Retoño sintió los músculos de sus piernas calientes, el fuego seguía cubriendo la mansión y se alegró al alcanzar a Corrupción y detenerlo, al final del pasillo estaban Faris

