La música era sutil para evitar que se escuchara en demasiadas habitaciones y arruinara la sorpresa, los ensayos eran a puerta cerrada y durante largas horas al día una serie de actores se preparaban para el gran espectáculo a cargo del conde Ivanov. Una representación teatral, ¡la balada de Gisele! Entre las muchas historias románticas que se contaban, aquella era una de las conocidas gracias a la melodía que se hizo famosa en Clavelid y que se convirtió en un baile muy popular, por esa razón el conde estaba muy emocionado, encandilaría los ojos del príncipe heredero y del duque Daemonium por igual con una obra de teatro, y justo en el centro de esa representación se encontraba Mirsella Ivanov. Terminando el ensayo el conde aplaudió con entusiasmo y a su lado la condesa apretó los parp

