Los mercados se abrían y los comerciantes acomodaban sus productos mientras el rumor se regaba, la mañana siguiente al festival de las flores hubo un incendio en los jardines del palacio. – Les digo que fue el dios del verano – comentó una mujer. – Es la estación más tranquila, muchos dicen que dejó su campo y se fue al jardín de primavera, ¡escuché que eran pareja! Alguien soltó un bufido – cada vez que escucho la historia de las estaciones, algo cambia, en mi opinión, ni los dioses saben de qué hablan sus historias. – ¡Qué tiene todo eso que ver con el festival!, ¡dejen de darle vueltas! – se quejó la dueña de un local de verdura – no importa lo que pase, en tanto afecte a los nobles y no a nosotros. El resto de los comerciantes estuvieron de acuerdo. ***** Paulina Roy, paladín de

