Un visitante nuevo entró al castillo y tanto Otoño como Iker lo esperaron listos para iniciar la batalla, sin embargo, el dios que se presentó cargando una lanza dorada, era Guerra. – Veo que llegué a tiempo – caminó entre ellos y dio la vuelta para apuntar a la entrada – odiaría haber llegado después que nuestro enemigo. Ninguno sintió su presencia como extraña, Guerra era el hermano de Tempestad y de Humanidad, lo que lo convertía en tío de Odio y de Narciso, además de ser un desquiciado que amaba la guerra y no perdía la oportunidad de ser parte de una confrontación, ni siquiera después de recibir el estigma y perder una gran parte de su poder. ***** Con el cuchillo en la mano, Tempestad soltó un largo suspiro – elegí mi mejor vestido porque pensé que iba a haber una batalla – reman

