Ataviada en un elegante vestido estilo Charleston, escote y espalda en V, color plata, atravieso las nuevas oficinas de Petrakis Shipbuilding. Atlas no está muy lejos, reunidos con dos hombres, el cual uno de ellos es Oliver, su mano derecha que ha llegado desde Irlanda. Me detengo a un lado e intento pasar desapercibida. Desde mi salida con Atlas, Kostas ha estado con ojos de halcón, él no me quita los ojos de encima, algo que nos ha hecho difícil a Atlas y a mí tener un momento juntos. Le doy un sorbo a mi bebida y evito hacer una mueca cuando Atenea se acerca bamboleando sus caderas en un escandaloso vestido rojo con trasparencias. —Deberías disimular un poco y quitar tu cara perra estreñida. —Habla en un tono cómplice. —Esta es la noche de los Petrakis. El tío parece un pavo real, vi