Diciembre
Alexandre
Nos costó un poco llegar a Nueva York después de tanto trabajo en los últimos dos meses y el clima en la ciudad tampoco ayudó mucho, pero finalmente logramos llegar y ahora nos encontrábamos en la sala de la mansión Jhonson con toda la familia reunida, cada uno iba abriendo sus regalos de navidad con entusiasmo, los adultos bebíamos whisky y ponche, en lo que los niños tomaban jugo y comían algunos postres que hizo Livi. Veo a mi pequeño un poco apartado de todos, ni siquiera quiso abrir sus regalos y tenía una cara muy triste, así que voy hacia él acomodándolo en mi regazo.
—¿Qué pasa? ¿Por qué no estás con los demás?
—Dentro de poco nacerá el bebé y no quiero que venga.
—David ya lo hemos hablado, el que tengas un hermano no hará que ella deje de amarte o hacer c
