Alexandre Llevamos cerca de una hora esperando a que alguien venga, lo peor es que siento el ambiente un poco pesado con mi hijo, sé que la situación no es para estar felices, pero quizás el estar conmigo lo haga peor para él, quien está sentado a un lado con cara de querer asesinar a alguien después de torturarlo lenta y dolorosamente, hasta me produce un poco de gracia considerando que solo tiene once años, pero evito mostrar o decir algo al respecto. —David, no sabemos cuánto duremos en este lugar, pero encontré algunas cosas en unos estantes al menos deberíamos comer algo. Me preocupaba que lleváramos tanto tiempo aquí sin él probar bocado alguno, más, porque hace una hora estaban preparando todo en la barbacoa y no quería que aguantase hambre. —Si quieres come, yo estoy bien por e