TODA UNA TRAVIESA

1000 Palabras
Dreik Black alistó su traje casual como si estuviera entre conocidos, el diario aún brillando su portada elegante y sin nada interesante en su pasta . . . En realidad todo lo interesante estaba dentro del encierro de aquella pasta, pues sus hojas contenían lo más valioso que alguna vez pudo tener . . . En realidad, Juan Giova no se había ido, le preocupaba que su jefe últimamente no estaba descansando de forma adecuada . . . Por lo que decidió mantener la vigilancia . . . Fue al escuchar lo que dijo su jefe que se emocionó . . . ¿ Acaso estaba leyendo alguna historia sobre el agente Cero L ? . . . Además de su jefe, este sujeto desconocido era como ídolo para Juan Giova, quién admiraba demasiado todo lo que había logrado por si solo . . . Nadie conocía su identidad, si era humano u otra cosa, incluso si tenía edad o referencia s****l . . . Este sujeto tan excepcional parecía estar relacionado casi a un semidiós terrenal . . . Su jefe debió de haber estado muy concentrado porque incluso lo dejo parlotear hasta terminar sus recuerdos . . . Incluso ahora que cerró el libro viejo que mantenía a su lado, parecía que no iba a descansar, por el contrario, se miraba listo para salir . . . Tenía suerte de mantenerse activo y ser un subordinado todo terreno, pues si hubiera ido a descansar ahora estaría siendo despertado de su comodidad nuevamente por su jefe . . . Ya lo conocía . . . Siempre tenía que mantenerse alerta, su jefe era un bipolar de primera confirmado . . Sin embargo, ahora Dreik Black estaba realmente alegre y relajado . . . Quizá su esposa no esperaba que él pusiera especial atención a su diario . . . Ahora sabía que habia un lugar oculto en alguna isla bajo el mar . . . Aunque su esposa estaba en estado de embarazo, eso no quería decir que no pudiera nuevamente bajar hasta las profundidades de Aquella cueva y estar ahora plácidamente en ese paraíso medicinal que escribió en su diario . . . Aunque todavía tenía la intriga de quién era ese hombre de las sombras que apareció de repente en su relato . . . Aunque todavía no sabía en donde estaba este lugar, por lo menos ya tenía una pista de donde podía estar escondiéndose su esposa . . . Pero todavía faltaba demasiado por leer, todavia tenía que indagar mucho más . . . Esa mujer era mucho más inteligente que todos sus hombres juntos . . . Y tenía que aceptar, que incluso más que él . . . Al saber que a sus 15 años, mientras él se encontraba en un aula de clases lleno de ira por lo que ella había hecho . . . Ella estaba arriesgando su vida en una misión de la cual todavía no llegaba al punto de saber para qué era . . . Al menos, estaba seguro que esa mujer no correría peligro tan fácilmente, ya que al parecer, él era el único que por el momento, conocía su secreto. O eso era lo que creía pensar en ese momento, pues apenas había descubierto la verdadera identidad de su esposa y sabía que le debía mucho más de lo que podía pagar. Entendiendo, que si, entonces, le entregaba todo lo que poseía, todavia no alcanzaría a pagar, todo lo que ella había hecho por él . . . En todo caso estaba de mejor ánimo y solo quería esperar a que su esposa moviera sus cartas por si sola. Sabía que estaba desesperada por hacer que su familia se alejara de él, pero Dreik Black tenía sus propios motivos e intenciones. Por mucho que le deba a su esposa, no estaba dispuesto a caer nuevamente en su trampa y mucho menos ahora que sabe tantas cosas de ella y está aprendiendo a conocerla como se debe. - ¿Los hombres de la familia Merchetty están descansando?. - Dreik Black le preguntó a Juan Giova quién miraba con interés ese libro que tenía tan concentrado a su jefe en el y que posiblemente hablaba del agente Cero L. - Posiblemente jefe, déjame confirmarlo. - Le tomo solo un minuto a Juan Giova comunicarse con el personal y darse de cuenta que el señor Merchetty estaba descansado, pero que el joven Frank Merchetty estaba despierto y se encontraba disfrutando de la estrellada noche en el lago de cascada. Dreik Black se puso de mejor humor al escuchar eso. Significaba que podía pasar otro rato con su cuñado y conocer un poco más desde otra perspectiva la infancia de su esposa. Aunque tenía entendido que su esposa no pasó mucho de ese tiempo con su familia, quizá Frank Merchetty le podía decir algo que se escape o que quizá lo lleve a algo relacionado con el paradero de su esposa. Por más que durará que esto pudiera ser, todavía quería intentarlo. ya que su mujer fue y es toda una traviesa. Sabía que sería su dolor de cabeza, y que en realidad nada de lo que Frank Merchetty le dijera lo llevaría a ella, pues incluso ellos mismos no han podido encontrarla. Dreik Black, fue hacia el lago y efectivamente, Frank Merchetty se encontraba en un tumbona mirando hacia el cielo, con uno de sus brazos cubriendo su frente y una de sus piernas dobladas hacia arriba. Dreik Black ajustó su voz y hablo. - La noche está fresca... ¿No sería más perfecta si tomamos algunos tragos?. El hombre no dio opción, pues su gente ya traía el licor detrás de él dispuesto para tener una noche larga y llena de anécdotas por sacar a flote. Dreik Black estaba seguro de algo y es que esa noche marcaría una unión sólida con su cuñado para el futuro y descubriría que su esposa era toda una traviesa . . .
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