* * * * * * * * ( Relato, Diario de Leila )
Ni en un millón de años me hubiera imaginado que mi primer día en la universidad fuera tan . . .
Cómo llamarlo . . .
¿ Normal ? . . .
Creo que " Simple " es la palabra adecuada . . .
Los corredores parecían ser infinitos . . .
El campus era extremadamente grande y las aulas parecían auditorios presidenciales . . .
Era una cosa de locos, mirar a todos estos chicos como moscas pegadas a un folleto, buscando cual era su siguiente clase y donde quedaban . . .
Algunos iban relajados, ya parecían saber lo que les esperaba, pero otros corrían como si estuvieran siendo perseguidos por toros furiosos . . .
- Muñequita . . .
¿ A donde y con quién te escapaste anoche ? . . . -
- ¡ Joder ! . . .
¿ Puedes bajar tu brazo ? . . .
Vendí a mi loro hace tiempo . . .- Dice frustrada al escuchar la pregunta de Pamela . . .
En realidad no me molestaba para nada la pregunta, la hubiera respondido sin necesidad de que su brazo adornara mi hombro cada vez que me encontraba en cualquier parte . . .
Esta bien, de que no soy la más alta, pero no es para que me lo recuerde seguidamente . . .
- ¡ Ohh ! Perdón . . .
Parece que la.noche no fue bien . . . - Dijo Pamela bajando su brazo . . .
En realidad no me sentí mal por su expresión, estás eran las consecuencias de vivir siempre sola y no preocuparse por nadie . . .
Pero tenía un papel que cumplir, así que . . .
- Pamela lo siento si te hice sentir mal, no lo dije en mala onda . . .
Es solo que tienes razón, aunque no bebí, tengo la resaca . . . -
No entendía como hacían para estar de pie como si nada . . .
- Olvídalo, es obvio que no te ves bien . . .
¿ Qué sucedió ? . . . -
La mate una y mil veces en mi cabeza . . .
¿ Por qué no seguía en su clase y me dejaba en paz ? . . .
- Nada, frustración s****l . . . - Fue lo único que se le ocurrió decir, después de todo, estás chicas parecían solo pensar con la v****a . . .
- ¡ Haaa ! . . .
Solo es eso . . .
No pasa nada cariño, después de anoche, estoy segura que todos los chicos de la universidad querrán contigo . . . -
La mire entrecerrados los ojos . . .
- ¿ Por ? . . . - Pregunte, ya que parecía no querer decir más . . .
- ¡ Daa ! . . .
Fuiste la privilegiada de poder estar con el grupo de los 4 famosos, además de que el propio Dreik fue quien te invito al grupo y te hablo primero . . . -
Suspiré y gire mis ojos ante su respuesta . . .
Debía de suponerse, parece que no se habla de otra cosa . . .
Es una completa tontería . . .
Además de que esto de ver ahora mismo 4 coches entrar a la universidad por la puerta grande en fila como si fueran la maldita fuerza armada, y por si fuera poco en primera fila mirar el jodido tacón rojo de punta que sobresalía al abrir la puerta . . .
Lucia Prise y Dreik Blake . . .
Lo que me faltaba para completar mi día . . .
Estaba por girarme y huir de ese chiste de grupo cuando la voz encantadora y refrescante de un hombre sonó en mis oídos . . .
Todo hubiera sido perfecto, si no fuera por las cortas palabras que escuche . . .
- Niña caprichosa, estás aquí . . . -
Gire en mis talones y lo mire fijamente, al contrario que cualquier chica hubiera querido que se la trague la tierra por todas las miradas sobre ella en ese momento . . .
Yo solo le dedique a mirarlo con una seriedad mortal . . .
Este maldito hombre estaba toreando la muerte . . .
¿ En serio era el mismo niño que estuve buscando prácticamente toda mi vida ? . . .
Era imposible creer que lo fuera . . .
- ¿ Estás enojada ? . . . - Me había concentrado tanto en Dreik Black, que ni siquiera sentí cuando otro brazo paso por mi hombro y me susurro . . .
- ¿ Estás enojada ? . . . -
Era Sergio, uno de los del cuarteto o del circo que montaban . . .
Parecía una maldita broma . . .
- ¿ Por qué lo estaría ? . . .
Si me disculpas, tengo que ir a clases . . . -
Baje la mano del chico sin ninguna delicadeza y luego me fui sin darle la hora . . .
¿ Que manía tenían con mi puto tamaño ? . . .
¿ No podían poner su brazo por donde les . . . ?
Bueno, eso es un poco excesivo . . .
Caminé hasta mi curso y el área apenas estaba por comenzar . . .
.Solté un suspiro y me ubique en un buen lugar . . .
A decir verdad, solo me hice al lado de una ventana en donde pudiera mirar hacia afuera y olvidarme de cualquier cosa que el maestro pudiera decir . . .
- Señorita, parece que no le interesa mucho mi explicación . . . -
No sabía si era para mí, pero de todas formas mire al frente, para encontrar al maestro mirándome y a los estudiantes girando su rostro hacia mi lado . . .
Fue incómodo recibir tanta atención . . .
Note que las notas en el tablero estaban un poco confusas, incluso podría decir que todo eso que estaba escrito era un desastre . . .
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¿ De verdad era un maestro de la materia o solo era un charlatán ? . . .
- ¿ Quiere la verdad o la mentira ? . . . -
No acostumbro a mentir, pero me gusta dejarle la opción a las personas, a muchas no les gusta que le digan la verdad secamente como suelo hacerlo, y está bien suavizar el golpe, no tengo nada contra ello . . .
- Parece que a la menor del grupo le gusta hacer bromas . . .
¿ Cuantos años tiene la señorita ? . . .
¿ Esta segura que entró a la universidad ? . . .
Su nombre por favor . . . -
Eso sí que me molestó . . .
- ¿ Quiere mi edad y mi nombre ? . . .
¿ No le parece que va muy rápido profesor ? . . .
En primer lugar quería darle la opción y dejar todo en sus manos, pero ya que miro que ni siquiera sirve para ello, le diré lo que quiere saber . . .
Su clase me parece muy aburrida y poco ética . . .
En primer lugar las fórmulas están mal escritas . . .
¿ Ese es su plan de enseñanza ? . . .
En vez de enseñar a los chicos, solo los está confundiendo . . .
La cuántica física está alterada por lo que la probabilidad probatoria jamás tendría un resultado . . .
Primero capacite su cerebro y luego venga a enseñar cosas productivas . . .
No confunda la suma con la resta, aunque van de la mano, jamás serán lo mismo . . . -
Dicho esto escuché un aplauso detrás de mi . . .
¡ Mierda ! . . .
¿ Por qué él estaba aquí . . . ?
Dreik Black aplaudía con ganas mi respuesta, y sus ojos oscuros y penetrantes me atravesaron el corazón . . .
Sus amigos estaban a su lado, pero sólo me miraban con una sonrisa socarrona . . .
¿ Que hacían todos aquí ? . . .
Esta claramente era mi clase . . .
¿ O no lo eras ? . . .
¡ Maldición ! . . .
Creo que me puse tan roja, que mis mejillas estaban por explotar . . .
Busque rápidamente el folleto de mi clase . . .
Este era un grado incluso más alto que el mío . . .
Debía de ser una broma . . .
Ni siquiera los había mirado, no los había notado entrar y desde que escogí el lugar para ubicarme, solo me concentre en mirar el paraiso fuera de la ventana . . .
Esto no me podía estar pasando, no el primer día de clases . . .
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Era una maldita locura, una, en la que yo misma me metí . . .