- Yo . . . ¡ Eh. yo ! . . . - Caro sintió su garganta seca . . . - ¿ Tú qué, cariño ? . . . - Caro tembló con las palabras de Cristóbal . . . El hombre paso lentamente sus dedos por el hombro, hasta llegar al cuello de Caro . . . No había mucho que hacer . . . En ese momento Caro, estaba totalmente perdida . . . Quería tener a ese hombre dentro de ella, haciendo las maravillas del séptimo cielo de inmediato . . . - Cristo . . . bal . . . - Caro lo llamo tan suavemente que se golpeaba una y mil.veces por ser tan débil ante este hombre . . . - Aquí estoy . . . - Le Susurró el hombre con voz ronca . . . - No . . . - Caro lo alejó como si fuera la peste y apretó sus dientes al haber apoyado su pie demasiado rápido . . . - ¿ Estás bien ? . . . - Preguntó Cristóbal por inercia y caro

