Paola se acerca con paso ligero, el cabello recogido en una coleta alta y una sonrisa amplia que parece iluminar todo a su alrededor. Su tono es tan alegre y casual que cualquiera pensaría que Camila y ella son amigas de toda la vida.
—¡Qué coincidencia encontrarte aquí! —exclama, deteniéndose frente a la mesa
Camila siente cómo el estómago se le revuelve y el corazón le da un vuelco tan fuerte que por un instante cree que se le notará en el rostro. ¿Cuánto tiempo lleva ahí? ¿Habrá escuchado algo? La idea de que Paola haya podido oír su conversación con Rodrigo le causa un miedo sordo que intenta disimular de inmediato.
No, no puede ser. Debe de ser solo una casualidad. Estar allí con Rodrigo no tiene por qué parecer sospechoso. Inspira despacio y recuerda lo que tantas veces hizo con V
