El celular de Isabella vibra sobre la mesa. La pantalla se ilumina con una notificación, y apenas la ve, la toma con rapidez. La abre sin pensarlo. Su expresión se endurece al instante cuando observa las imagenes que el investigador le ha enviado. —Así que la Diosa Elysia es en realidad la doctora Helena —murmura entre dientes, apretando los puños con tanta fuerza que los nudillos se le ponen blancos. Tenía sus sospechas, pero ahora lo sabe con certeza. Con razón Declan la defiende tanto. Con razón Eleanor la trata como si fuera una reina. La rabia le sube desde el pecho hasta el rostro, tan fuerte que le cuesta respirar. Empieza a deslizar las fotos con el pulgar, una a una, y lo que ve la deja aún más helada. En las imágenes, Helena aparece entrando al departamento de Declan anoche jun

