“Y mañana, Tyla” dijo Jusser en voz baja “veremos exactamente quién es el ganador y quién no.”
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Huntworld.
El planeta se volvió debajo de ellos como un globo de juguete, y nunca había tenido un mundo tan bello. Esta fue la base, el final de la aventura, la culminación de estos meses de vagar por la galaxia. Todos los peligros enfrentados, todas las probabilidades conquistadas, habían sido por este momento.
El Sector de Control de la Honey B fue relajado. La presión estaba apagada. Todo lo que tenían que hacer era aterrizar y recoger su premio. Los tripulantes de las Operaciones de Vuelo en los sofás delanteros hacían su trabajo de una manera casi informal.
Finalmente, Sora anunció: “Puesto de aterrizaje establecido. Estaremos abajo en dos horas.”
Tyla suspiró aliviada. “Y todavía
