IRISA… Abro los ojos lentamente al sentir que me acarician el rostro de forma tierna y delicada. Sonrio al encontrarme con los hermosos ojos grises de mi esposo que me observan rebosantes de amor. Me remuevo sobre la cama pegándome mas a su cuerpo deleitándome con el exquisito aroma de su gel de baño mezclado con su colonia. - Buenos días – habla antes de besarme y por el sabor a menta sé que está listo para irse al trabajo. – no quería despertarte, lo siento nena. - ¿Qué hora es? – pregunto volviéndome en dirección a la ventana notando que los rayos del sol empiezan a iluminar el cielo. - Es pronto, nena – besa mi cuello y entonces recuerdo que debe viajar a Miami – vuelve a dormir - ¿seguro que no quieres que te acompañe? – pregunto besando su mentón. -

