Isla Plam Rachel me iba a volver loca, lo supe desde el momento en el que Rachel empezó a querer gastar el dinero de la tarjeta Mastercard negra de Jayden. Aunque, ella también fue de mucha ayuda en todas estas semanas, a decir verdad en todo, porque no me podía mover mucho a causa de mi gran barriga, además de que ella me iba a volver loca con las miles de cosas que me echaba en la barriga para que no me quedara estrías con el pretexto de que: “Una modelo no podía tener estrías”. Lo cual obviamente era falso, ante todo éramos personas de carne y huesos y no deidades perfectas. Pongo una olla al fuego y le echo el agua, aceite y espaguetis, el día de hoy me tocaba hacer el desayuno al ser el día libre de Julian. —Buenos días —me saluda Rachel todavía en pijama bostezando. Ella se si

