Rachel & Derek Mi madre realmente llegó en el momento más perfecto del mundo, justo en el momento donde me encontraba más grande y cansada. Ella se había vuelto loca en su nieta Maia, jugaba con ella, la hacía de comer, la bañaba. —¡May es un amor! —admite mi madre después de acostarla a dormir finalmente—, ¡Casi que no la hago dormir! Tiene muchas energías en su pequeño cuerpo. —Tienes razón mamá, gracias por venir. —Por cierto, hijita, ¿Cómo va tu embarazo? —Muy bien… Estoy cansada, me duele la espalda —me quejo. —¿Dónde está Derek? Buena pregunta. Derek White. Mi esposa, el amor de mi culpa, todavía recuerdo el día en el que ocurrió el accidente automovilístico que le dio fin a su vida, era todo tan doloroso, y aún más el hecho de verla… y ver que se parecían mucho.

