El viento fresco chocaba contra mi rostro, tambien hacia bailar mi vestido de manta, observo a David quien luce atractivo en un traje de manta color blanco, el vestuario que llevamos es demasiado fresco para Acapulco, una lagrima de felicidad recorre mi mejilla, David la limpia y me da un beso en la nariz, sonrió levemente y lo abrazo con fuerza.
Escucho el sonido de la casa abrirse y veo a mi madre y a mi hermano, quienes corren a abrazarme, hago lo mismo y los abrazo con fuerza. Lloramos de alegría; cuando nos separamos, mi madre nos pide que pasemos, observa a mi jefe; David le extiende su mano y mi madre la acepta, aunque le sorprende la estatura.
-Es un gusto conocerla señora- comenta, mi madre no entiende nada, al igual que mi hermano, entonces David habla en español y es cuando lo
