Alessandra Cavani. Miro mi celular sintiendo los latidos del corazón en la boca. La mano que lo sostiene tiembla con los nervios que me provoca ver su nombre en la pantalla. Una llamada perdida de Dylan. Y lo único que me pasa por la cabeza, es la razón por la que pudo haberla hecho. Pero no tengo idea. Sentada en el colchón, con las piernas cruzadas, intento no pensar de más las cosas. Pero es inevitable después de la forma en que él se fue de aquí, de lo que hicimos. ¿Recordará? ¿Me culpará de algo? No sería algo nuevo si decide poner las consecuencias de nuestros actos sobre mi espalda. Tapo mi rostro con ambas manos en un gesto que demuestra la frustración que siento. Puede que haya decidido mandarlo todo al carajo si Dylan vuelve a actuar como el patán que le sale casi siempre, p