—Jordyn, parece que he sido demasiado amable contigo últimamente, y ya se te olvidó cuál es tu lugar —comentó Harvey. El dolor en el cuero cabelludo de Jordyn hizo que se le llenaran los ojos de lágrimas, y la expresión amenazante de Harvey la aterraba. —Harvey… ¿qué estás diciendo? No entiendo… —¿No entiendes? En ese caso, deberías quedarte afuera de la habitación de Danica hasta que lo hagas —dijo él. El rostro de Jordyn palideció al darse cuenta de lo que estaba ocurriendo. —Yo no lo sabía… La señorita Rodríguez llamó y dijo que la habían secuestrado, pensé que estaba intentando hacer que fueras a su casa… Lo siento… Apenas terminó de hablar, Harvey la abofeteó con fuerza, dl golpe fue tan fuerte que, de no ser porque le sujetaba el cabello, habría caído al suelo. Jordyn soltó un