Danica aferró la puerta del coche con fuerza, tanto que sus dedos comenzaron a ponerse blancos. Sin mas que hacer allí, ella mordió su labio y bajó la mirada, hablando en voz baja. —Está bien, perdón por la molestia, tío Salvatore. Tan pronto como cerró la puerta, el Maybach n***o arrancó. Salvatore era naturalmente distante y los pocos encuentros que habían tenido no habían sido precisamente agradables, era lógico que no ella le cayera bien, pensó la chica, al tiempo en que se giró y caminó lentamente hacia su complejo de apartamentos, desapareciendo pronto en la escalera. Dentro del Maybach n***o, Spencer mantuvo la cabeza baja y permaneció en silencio, sintiendo el aura helada de Salvatore, el chofer pensó que quizás mostraría un poco de indulgencia, ya que Danica era su sobrina pol