Llegué a la universidad y vi a lo lejos a Stephen. Fui hacia él y le besé la mejilla. -Hola.-sonreí. -Hola, ¿cómo está la mamá más linda y simpática del mundo?.-preguntó con gracia. -Super bien, excelente.-le pegué suavemente en su hombro sacándole la lengua. -Vamos, si yo te quiero.-me abrazó. -Yo igual te quiero tonto.-sentí como me levanto poniéndome sobre su hombro. -¡Stephen! ¡Suéltame maldito!.-grité mientras reía. -Déjame pensarlo... no.-empezó a trotar conmigo aún sobre él. -Stephen si no me sueltas, voy a gol...-una voz demasiado ronca y dura escuche. Logrando que me pusiera demasiado nerviosa. -Allison.-la voz de Nicholas se escuchó demasiado enojada. Stephen me soltó y me miró con una ceja alzada. -Yo me voy. Nos vemos después.-besó mi mejilla y se fue. Puse mis oj