Llegamos a una casa dentro de nuestro territorio. Entonces el chico era de nuestra manada. Acaricié el brazo de un serio Nicholas y toqué la puerta delicadamente. Después de unos segundos, salió un chico de tez blanca, cabello castaño claro, ojos cafés y una pequeña barba de hace dias. Al vernos, abrió los ojos impresionado y nervioso. Hizo una reverencia. -¿Cuál es tu nombre?.-Nicholas preguntó brusco. -Dair.-suspiró. Sabía lo que se le veía. -Necesitamos hablar contigo.-dije a lo que él asintió. Entramos a su pequeño hogar, era muy humilde. Nos sentamos en el living y esperé a que Nicholas hablara, pero no lo hacía. Yo creo que no sabe como hablar sin alterarse, le dije que me iba a enojar si no se contenía. -Nos enteramos de que has estado hablando con nuestra hija de trece año