SANTIAGO... Dicen que la curiosidad mato al gato, pero jamás creí que fuera tan literal. Pienso mientras camino hacia la habitación de Sebastián, tomo el celular llamando a mi padre. - Hijo – dice al contestar - Papá, quiero pedirte algo, pero no quiero que hagas preguntas por favor – pido deteniéndome frente a una fotografía de Seri. - Me preocupas – responde haciéndome suspirar. - En un rato volveré a Madrid – digo sintiendo como el pecho se me estruja. - ¿Por qué? – pregunta – aún faltan algunos días. - Solo quiero volver – respondo retomando mi camino – en un rato estaré viajando – sin más cuelgo llegando a la habitación de mi hermano entrando sin tocar. - ¿Qué pasa? – pregunta sin apartar la mirada del televisor. - Voy a volver hoy a casa – digo habiendo que se vuelva a ve