[PRESENTE]
-DENZEL-
Dos días después: 18 de febrero
Tener que estar lejos de mi hijo el día de su cumpleaños, ha sido la última gota que rebaso el vaso. Estaciono el auto frente a la empresa de mi abuelo, o mejor dicho de la empresa que manejo ahora, y al mirar por el retrovisor, allí esta nuevamente ese auto. Trato de ver los rostros de los dos hombres que están dentro y efectivamente se trata de los matones que contrato Darían para seguirme de día y de noche. Desde que la vida de Leixa pende de un hilo, la mía ha entrado en la peor parte de la pesadilla. Él me lo ha dejado claro, no permitirá que sea feliz, y vaya que lo está cumpliendo.
Bajo del auto y haciendo como si su presencia no existiera, entro al edificio y saludo al personal que ya se ha acostumbrado a verme aquí. Sigo mi
