La garganta de Abby dolió cuando tragó saliva, por inercia retrocedió un paso cuando Colton caminó en su dirección, se detuvo delante de ella y la observó en silencio total. —¿Qué haces aquí?—se animó a preguntar ella después de que aquel silencio se volvió incómodo. —¿Qué hago aquí?, ¿Tu que haces aquí?. —Colton, tu no entiendes… —Tal vez no, pero si me queda algo claro, eres una mentirosa, y detesto las mentiras. Abby volvió a tragar saliva y se encogió en hombros, luego pensó que no era su culpa del todo, así que no había razón para sentirse culpable, ¿O si?. Se enderezó y levantó la barbilla. —¿Una mentirosa?, pues si, si soy una mentirosa, tu me has convertido en eso. Colton frunció el ceño. —¿Ahora vas a culparme a mi?. —Pues si, fíjate que si, te culpo a ti de todo, Colto