Capítulo 3. Multimillonario.

1108 Palabras
Colton era un Magnate multimillonario, dedicado a la industria petrolera y a la compra de acciones, tenía centros comerciales y hoteles de lujo, era un hombre misterioso, todos en la industria de los negocios, le tenían respeto y miedo, no era alguien con quien se pudiera jugar, Colton Delavicci estaba en la sima de todos, era como un dios para algunos, un fanfarrón para Abby, un hombre sin escrúpulos, alguien cualquiera. El hombre que la destrozó y que casi la mat*a, un hombre que merecía pagar con creces todo lo que hizo. Lucy también estaba en su lista, esa mujer venenosa y rastrera. Iba ajustar cuentas, y ya tenía un plan. Mientras tanto en Dikens, una mujer en silla de ruedas sonreía mientras miraba a un par de modelos ir y venir, ellos usaban su nueva línea de ropa, Geraldine había trabajado mucho en esos diseños. —¿Qué te parecen?. Colton frunció el ceño, siempre fue un hombre sincero, pero sabía que esta vez no podía decir lo que pensaba o iba a lastimar el corazón de Geraldine y él no quería eso. —Están bien. La sonrisa en el rostro de Geraldine se borró por completo, sabía que eso significaba que eran horrendos, si por ella fuera, se quedaría en casa siempre, siendo atendida las 24 horas sin preocuparse de nada, pero Colton insistía en que debía de ocupar su mente en algo, así que la había asignado como gerente de Dikens. —Son horribles. Colton la miró y se sobó la barbilla. —No es verdad, solo creo que te falta pulir mas tus diseños. —No le veo el caso, soy estúpida. —Oye, no digas eso. —Es la verdad, llevaré tu empresa a la ruina, será mejor que renuncie. Colton suspiró. —No te preocupes, contraté a alguien que va a venir a ayudarte, aprenderás mucho de ella. —¿Quién?. —Es una diseñadora muy reconocida, se llama By. Los ojos de Geraldine se abrieron muy grandes. —¿Esa By?. —Si, esa By. Geraldine no podía creerlo, ella amaba la ropa de By, era la mejor ropa, no solo en los diseños, si no en la tela, aplaudió muy feliz y sujetó la mano de Colton. —¿Cómo lograste que ella viniera?. Colton no hizo mucho realmente, solo le pagó una suma exuberante de dinero para hacer que ella renunciara a su trabajo y que viajara para a trabajar para él, no fue nada del otro mundo. —Tengo mis métodos. —Muchas gracias. —No me agradezcas— dijo Colton pensando que él le debía mucho más a ella, pues Geraldine lo salvó cuando él mas lo necesitaba, estaría agradecido con ella de por vida. “Mi princesa”. Cuando Abby llegó a Dikens, sonrió con encanto. En recepción todos la miraron y empezaron a murmurar. —¿Quién es esa mujer hermosa?. —Ya viste que mujer tan más bella. —¿Es una nueva modelo?. Se detuvo en recepción, y dos mujeres que atendían, se pusieron un poco nerviosas, la mujer delante de ellas se veía costosa y radiante, joven y fresca. —¿En que podemos ayudarla?. —Vengo a ver a…Geraldine Hall. —¿Tiene cita?. Abby sonrió. —Si, así es. —¿Puede darme su nombre?. —Soy By. Todos se quedaron boquiabiertos. Una de las recepcionistas empezó a temblar por los nervios y sonrió ampliamente. —¿By, la diseñadora By?. —Esa misma. —Un momento por favor. —Disculpa, ¿Dijiste que eres By?. Abby se giró y su corazón se detuvo al ver a esa mujer, ¿que hacia Lucy ahí?. Lucy quedó tan asombrada como ella, palideció casi de inmediato y parpadeó con rapidez. —¿Tu?. Abby no entendía, pero fue una buena coincidencia, pues ahora sabía donde encontraría a esa rata. —Hola Lucy. —¿Qué haces aquí?. —Vengo a ver a la gerente, Geraldine Hall. Lucy se apresuró a tomarla del brazo y la empujó para sacarla, pero Abby se resistió y solo se zafó de su agarre. —¿Qué te ocurre?, ¿Te has vuelto loca, como te atreves a tocarme—La cuestiono Abby muy indignada, en estos seis años, nadie se atrevió a perjudicarla de ese modo. —Te dije que no volvieras. —¿A si?, ¿Y quien eres tu para decirme que hacer y que no?. —¿No tienes miedo de morir?. —Claro, eres una experta en eso. Lucy abrió los ojos y la abofeteó, ¿Cómo se atrevía a hablarle así?. Del elevador salió un impecable hombre, tan guapo que siempre robaba un par de suspiros a las mujeres, y a su lado venía una mujer en silla de ruedas. —¿Qué ocurre aquí?. Abby se giró para ver al hombre que hablaba, y casi de inmediato se arrepintió, recordaba todo de él, sus labios, su mentón, el color de su cabello, su altura, sus ojos. ¿Que hacia él ahí?, miró a la mujer en silla de ruedas y también la recordó, ella la había visto, era la chica a la que Lucy le disparó hacía seis años, pero entonces… ¿Por qué Lucy estaba ahí?. ¿Por qué ambas estaban juntas?. Todo estaba muy confuso en la mente de Abby. Colton por otro lado, quedo sorprendido de ver a esa mujer, se había cambiado el color de cabello, se veía mas madura y más sensual, pero sin duda era ella, era la mujer que le disparó a Geraldine, ¿Qué hacía ella ahí?, no se suponía que Peter se había ocupado de ella, se sintió un poco irritado, mientras esa mujer floreció, Geraldine se apagó cada vez más por su culpa, la belleza de Abby lo asqueaba, tenía ganas de arrancarle la piel tan perfecta y de verla sufrir igual que Geraldine lo hacía. Geraldine también estaba sin comprender, miró a Lucy y sintió que el aire le faltaba, esa mujer debía de estar muerta*, no ahí frente a ella y frente a Colton. —¿Cómo te atreves a venir aquí?—Preguntó Geraldine mientras la miraba con desprecio, Abby se sorprendió de que se dirigiera a ella, así que no respondió de inmediato. —Después de lo que me hiciste, te atreves a dar la cara aquí. Sin duda Abby tardó un poco en entender, pero luego todo explotó en su mente y se preguntó ¿Por qué?. —Ya veo, así que ustedes son amigas— dijo Abby mientras las miraba a ambas, se llevó un dedo al mentón y negó. —Que sorpresa.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR