Abby se sujetaba de las sábanas, mientras que Colton besaba su espalda y la sujetaba de las muñecas. Ella no podía recordar su primera vez, solo lo adolorida que se sintió al día siguiente, pero ahora, sentía en cada fibra de su cuerpo el placer que Colton le daba.
Gimió cuando Colton empujó su cuerpo contra el de ella e inhaló con fuerza.
—¿Estás bien?, si soy demasiado rudo, solo dímelo.
—No, es perfecto.
—Perfecto— repitió, —Tu eres perfecta, tu piel— dijo él y le dio un beso en la nuca. —Tus labios, tus ojos…
—Suenas como un hombre enamorado.
Ella gimió de nuevo y Colton sonrió. —¿Qué te ocurre?.
Abby sonrió. —Estás aprovechándote de mi.
—¿Eso crees?.
—Pero me gusta.
—¿Te gusta?.
—Si— gimió ella.
Durante toda la noche se mantuvieron activos, y caída la madrugada, por fi
