Katrina… Abro los ojos lentamente sintiéndome tranquila. Los rayos del sol me dan la bienvenida mientras me doy la vuelta buscando a mi idiota, pero la cama está vacía. - Esto ya se está volviendo costumbre – digo levantándome de la cama. Camino hasta el closet donde me cambio el pijama por un conjunto deportivo n***o, me ató el cabello en dos trenzas para luego ir al cuarto de baño a lavarme el rostro y los dientes antes de salir de la habitación. Decido ir a correr un rato, tiempo que aprovecharé para poner mi mente en blanco ya que todas las cosas que están pasando me tienen un poco abrumada. Nuestro padre divido la responsabilidad entre los seis, así que mis responsabilidades gastan cada una de mis energías. Sin embargo, he sido afortunada ya que siempre he contado con el