Enero Oz (19 años) Mil recomendaciones de parte de Clyde para que tuviera cuidado de no perder o tomar el transporte equivocado, un millón de advertencias de Livi para que tuviera cuidado de no perder la maleta, evitar dejar la pañalera y, especialmente, no olvidarme de Travis durante el trayecto, media hora en despedidas como si fuésemos a irnos toda la vida lejos de ellos, con cientos de lágrimas que derramó Livi seguido de Trav quien no quería verla mal hasta que Clyde y yo la tuvimos que detener, o realmente perdería más que solo tiempo, y todo esto fue únicamente para llegar hasta la estación del tren puesto que hoy Travis y yo viajaríamos. El recorrido en teoría era sencillo, subimos al tren en Princeton donde mi pequeño se alegró durante una hora recorriendo un extenso panorama