Travis Pedimos un taxi el cual nos lleva al barrio de Brera quedándonos en un punto central donde abunda el comercio, ingresamos a un bar donde el host nos lleva a una mesa para dos, él pide su habitual Jack, pero esta vez lo solicita en un coctel especial y yo ordeno otro igual pues la curiosidad me ha ganado, lo más increíble fue que la bebida resultó ser deliciosa y muy ligera al paladar. —¿Me dirás ahora sí qué te traes entre manos? —Solo una pequeña reunión familiar —responde con un aire de maldad y misterio tan propios de él. Saca de su bolsillo un boleto con la información del evento, conecto todos los puntos en mi cabeza y es cuando comprendo el maquiavélico plan de él quien me sonríe demencialmente orgulloso por su futura hazaña. —Eres el diablo. —Lo sé. Devuelvo el boleto