Oz Salí rápidamente de la habitación, al cabo de unos minutos cuando llegué al piso de oncología encontré a Steve caminando hacia el ascensor, se veía devastado, pero eso no impidió que diera largas zancadas llegando hasta él impactando un fuerte golpe en su cara. —¡No te atrevas a volver al laboratorio y olvídate de tu maldita investigación, porque después de lo que le hiciste a tu hermana no dejaré que ninguno de los dos tenga acceso a nada! —No puedes hacer eso. —¡Claro que puedo pedazo de imbécil, es mi puto trabajo y yo hago lo que quiera con él!, así como también tengo un contrato firmado por tu padre que me da el aval de hacer lo que me plazca y como no tengo nada contigo, fácilmente puedo tomar tu trabajo sin remordimiento alguno o acusación legal que me preocupe, especialmente