Centro Penitenciario Hopkins - Australia 1 de junio – Actualidad Oz Parqueé el auto a varios metros de la entrada, salí de este pagándole a un taxista que estaba en espera y me devolví para abrir el baúl retirando una caja de madera, en ese instante escucho la fuerte alarma sonar seguido de otra proveniente de la entrada, misma de donde sale él vislumbrando mi presencia, mira a su alrededor buscando algo y continúa su camino hacia mí con una cara de pocos amigos. —Pedí un taxi ¿se puede saber dónde está? —Le di vacaciones hace cinco minutos —volteó fastidiado sus ojos y más ante el imperioso sol veraniego del país. Le extendí un vaso con nuestro buen amigo Jack y ambos bebimos sintiendo el fuego quemar nuestras gargantas. —Maldito bastardo, cuánto lo extrañe —murmura con mucha placi