A la mañana siguiente me despierto a las doce y media. No me sorprende, estaba exhausta. Salgo de nuestra habitación para encontrar a Enzo. Lo veo en el estudio. —¿Cómo estuvo tu noche, amor?—digo entrando al estudio. —Fue buena, mi amor, y supongo que tu noche también lo haya sido, viendo la hora en que te despiertas…—dice Enzo besando mi frente. —Tienes razón. Quería decirte que saldré con Joan para mostrarle Sicilia—digo sonriendo mientras me siento. —Está bien, solo mantenme informado si sucede algo. —Lo haré, amor. —Iré a España con William. —Está bien, ten cuidado y mantenme informado también sobre cómo van las cosas allí—le digo, levantándome de la silla para despedirme. —Lo haré, Bella. —¿Has desayunado?—digo antes de salir por la puerta. —No—dice Enzo volviendo a su trab